LA OREJA DE TORRES.
Gol de Torres. Es escribirlo y temblarme el pulso por la falta de costumbre. Yo creo que a él le pasó lo mismo, ya que en lugar de celebrarlo a la manera tradicional, se llevó la mano a la oreja para revindicarlo como algo sobrenatural. Y es que meter el gol número dos en la selección española no está al alcance de cualquiera. Cifras de este calibre hacen temblar los cimientos del futbol.
Gol número uno, el GOL, hace cuatro años, gol número dos, el gol, cuatro años más tarde. Imagino que igual ha metido hasta un tercero pero juro por la vuelta de Raúl que yo no lo recuerdo.
Aunque ahora que lo pienso, yo creo que se llevo la mano a la oreja para oír mejor como miles de orgullosos Irlandeses cantaban a la derrota y a su equipo, le cantaban como si ganasen cuatro a cero, como si tuviesen once Torres y no les importase, como si el fútbol fuese parte de su vida o, algo que parece mucho más atinado visto como animan, su vida fuese parte del fútbol.
Se van a casa, se van a sus húmedas praderas, a su rescate europeo ( en eso hemos empatado), a sus pintas de guinness, y les envidio, les envidio por sus cantos ensayados durante más de cien años y por su amor incondicional al verde tan diferente a nuestra mala baba con “La floja”. Mala baba de la que este blog es un buen ejemplo.
Siempre se ha dicho y siempre se dirá: Irlanda es different.