FENÓMENOS PARANORMALES.

26.10.2012 17:54

                 

Los fenómenos paranormales existen. Empiezo así. Contundente y sin dar lugar a ningún tipo de debate sobre este tema, ya que he vivido uno, y no solo eso, sino que además, lo he vivido acompañado de mis padres, o sea que, aunque mi palabra tenga para vosotros tanto valor como la palabra de un político, la palabra de mis padres,  por aquello de la edad, la jubilación y el respeto, va a misa.

Yo no creía en ellos pero ahora, después de asistir a uno, he acabado por claudicar. Ya me habían avisado que sucedían, incluso había visto en la tele programas en los que hablaban de ellos, pero por razones obvias, desconfiaba de este tipo de experiencias.

Imagino que como muchos de vosotros me abrazaba a la religión de Santo Tomás: Ver para creer. Y yo sinceramente no había visto ninguno. Bueno, si, el del cuñado, el OVNI en la azotea de Cádiz, pero ese no cuenta para nadie, estábamos con un gintónic y un porro, o sea que aquel objeto no identificado que vimos igual no era tal.

 

Lo más curioso es que aunque en la tele estas manifestaciones suelen suceder en descampados, en noches oscuras y en cruces de caminos desiertos, a nosotros nos pasó en Soria, a plena luz del día y, aquí viene lo más extraordinario, rodeados de decenas de personas a las que les había pasado lo mismo en más de una ocasión.

 

Estábamos en el centro de esta preciosa ciudad castellana. Era la hora de comer y entramos en un bar a picotear algo.  Pedimos una bandeja de 6 montaditos, unas bravas, un par de vinos y una botella de agua. Pagué un precio muy asequible y nos sentamos en una terracita a dar buena cuenta de las viandas.

Después de terminar decidimos tomar un café. Me levanté de la terraza, entré al bar, me acerqué a la barra, pedí dos cafés y entonces sucedió. Allí, en medio de la barra, a la vista del resto de los parroquianos, sucedió algo extraordinario, algo paranormal. Un fenómeno que yo no había presenciado nunca.

Si eres uno de los lectores que me lees habitualmente desde Euskadi, te recomiendo que te sientes ya que lo que voy a contarte a continuación hará que te flojeen las piernas y los pelos se te pongan como escarpias.

 

Como te iba diciendo, había pedido los cafés y entonces…entonces… todavía tiemblo al escribirlo, entonces….ME INVITARON.

 

 

No me conocían de nada. No me habían visto en su vida pero me invitaron a los cafés. Así, sin más. Por amor, por el negocio, o por las dos cosas. Aquí puedes ir al mismo bar toda tu vida, desde que cumples la mayoría de edad hasta que te jubilas, y si tienes suerte, algún día te darán los buenos días amablemente.

 

Este fenómeno paranormal y otros muchos, los he vivido muchas veces pero para ser sinceros en su mayor parte me han sucedido fuera de Euskadi.

Eso de estar un día de primavera en Nerja, por ejemplo, llegar a un bar, que te den la bienvenida con una sonrisa, que se acerquen solícitos, que te ofrezcan conversación, o que no te la ofrezcan, que te sirvan la caña o el Ribera como si fueses el primer cliente de su vida y te digan eso de…¿Qué tapa quiere? es para mí, acostumbrado a la sequedad de muchos de nuestros bareros, más que un fenómeno paranormal un milagro.

Si a esto le sumas que te tomas la tapa y la caña, y te cobran, sonrisas incluidas, un euro sesenta, entenderás que la felicidad está en los pequeños detalles.

Y estos pequeños detalles, aunque me duela decirlo, casi, y digo casi, siempre los he vivido fuera de Euskadi. Me gustaría decir lo contrario pero mentiría. Aquí muchas veces he sentido esa horrible sensación de que te están haciendo un favor al servirte. Naturalmente el favor no es tal, ya que luego te lo cobran a precio de oro.

Con el tema de nuestros riquísimos pintxos siempre nos cuentan la  misma milonga, que si la preparación, que si los impuestos, que si la cocina en miniatura, que si ven y cuéntalo…

Y claro,  luego vienen y lo cuentan. Cuentan que han pagado por un pintxo de tortilla y un vino cuatro euros cincuenta y se van encantados de habernos conocido. Y yo, como cocinero aficionado, después de muchas elaboraciones caseras, he llegado a la conclusión de que el pintxo de tortilla no tiene aquí muchas más elaboración que en Galicia, donde en muchos sitios me lo ofrecen gratis y en otros me cobran la mitad.

Naturalmente que hay excepciones, que las hay, pero las excepciones de aquí son las excepciones de allí. Es decir, pocas, y tan escasas como algunos de los platos que nos sirven.

Si tienes la suerte de topar con una de ellas no la abandones. Prémiala.

 

Yo, afortunadamente, he encontrado un bar en el que el trato y los precios son excelentes. Un bar en el que te dan los buenos días, te sacan unas aceitunas y te ponen una cañita por un módico precio. Tienen periódicos, mesas, sillas y bocadillos de jamón que me saben a gloria después de trabajar. Además, y lo que todavía es mucho más importante, destilan educación y buenas maneras. Un bar que Fran and company atienden con profesionalidad y una sonrisa. Una excepción que espero que no cumpla la regla a pesar de los cinco euros que les he pedido por hacerles esta publicidad.

 

Mi chica dice que “La ignorancia es atrevida” y puede que tenga razón y que el atrevimiento de hablar de este tema, sin conocer a fondo sus problemas, sea debido a mi ignorancia. Es posible que este generalizando y que no todo sea blanco y negro, es posible que miles de camareros y camareras simpáticos y eficientes no se crean nada de lo que he escrito y tengan razón, es posible que algún propietario de bar llegue a esta página y después de leerla no se sienta nada identificado con lo que cuento.

Es posible. Lo admito. Igual que admito sin dudar que aquí hay camareros excelentes y profesionales, y bares y restaurantes eficientes, pero lo que me va a costar mucho más admitir son los precios que pago en muchos sitios por ello.

 

También es posible, no lo voy a negar, que normalmente cuando disfruto de bares y restaurantes fuera de Euskadi también disfruto de vacaciones. Y todos sabemos que en vacaciones las cosas se ven de diferente manera, la cerveza sabe mejor, la playa te parece más bonita y el no tener que madrugar hace que la cena se disfrute saboreando cada cosa como si la noche te ayudase a disfrutarla.

 

Ayer escribí hasta donde acabas de leer, era fiesta y me fui a tomar el aperitivo. Entre en tres bares y me atendieron excelentemente y con una sonrisa. Es pensarlo y ablandarme.

 

Si sigo escribiendo acabaré diciendo que como aquí no se come en ningún sitio…

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No he llamado a Le Robert o sea que hoy, le suplanto y pongo la música. 

The kills. Ni idea de quienes son, ni lo que hacen. Soy un ignorante musical. Doctores tiene la santa madre iglesia para este tipo de preguntas. Yo los acabo de ver y me han gustado. Sobre todo la guitarra y el pie. Es simple, es básico y me gusta...

 

El bis lo hacen "Le Tigre". Unas chicas que muerden...

 

 

 

Y un vídeo para el sector Asturiano que sigue el Blog...

 

 

Se acabo por hoy. La pérfida Molicie me ha atacado de nuevo...

 

 

 

 

Tema: FENÓMENOS PARANORMALES.

Existen

Hamabost | 28.10.2012

Son fenómenos normales. Son normales, a partir de los 300 o 350 km al sur de donde vivimos.

Hace unas semanas estuve por Asturies. En Gijón, en la cuenta ponía, cafés: 0 €. En un pueblecito, cerca de Villagarcía de Arosa, lo mismo.
Doy fe de que no estaba preparado.
No nos conocían de nada, con el agravante de que estaba casi claro que en los próximos días no volveríamos por allí.

The Kills no me han gustado mucho.
Las chicas de Le Tigre!, sí. Y solo he escuchado lo que cantan.

Re: Existen

diegoaita | 28.10.2012

¡Puxa Asturies!

bares que lugares...

diegoaita | 26.10.2012

Yo tengo dudas. Cuéntame tu experiencia y te invitaré a una caña...

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